jueves, 11 de enero de 2018

Mi rosa en el jardìn.



Aùn siendo un niño sabîa lo que
un àngel habìa tratado de enseñarme
En el principio era muy fàcil para vivir
la vida sin pensar en alguien màs  sòlo
en mì, y no dudo que tal vez la vida 
hubiera seguido siendo igual de no haber
sido por la rosa que empezò a crecer en
mi jardìn. Sè que no la plantê , ni mucho
menos la cultivè, sinembargo comencè a
cuidarla y poco a poco mi atenciòn se  
centrò en ella.


Probablemente para un niño como yo, una
nueva vida en el jardìn pudo haber pasado
desapercibida durante sus primeros dìas,
pero una planta que habìa decidido echar
sus raìces y florecer con la primavera, me_
recìa toda mi atenciòn.

Es curioso como le vas  tomando cariño a
las cosas cuando las tienes contigo todos
los dìas, sin embargo tal como dijo el ângel,
algûn dîa una semilla brotarîa, por lo tanto
mi rosa no era una cosa cualquiera, mi rosa
era mi gran tesoro.
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